Hace algunos días publique una encuesta sobre las vías por las cuales tenemos la dicha de leer. La lectura es una actividad que nos enriquece como personas. Nos permite acceder a información, conocimientos y experiencias que nos hacen crecer.
En mi imaginario pensé que los libros digitales marcaban la tendencia, sin embargo según mi encuesta realizada y según un estudio realizado por la consultora Statista, en 2023, el 57% de las personas en el mundo leen libros en papel. El 32% leen libros electrónicos y el 11% leen audiolibros.
Estas cifras muestran que los libros físicos siguen siendo el formato de lectura más popular en el mundo, seguidos de los libros electrónicos y los audiolibros.
El estudio también encontró que el porcentaje de personas que leen libros en papel varía según la región. Por ejemplo, en América del Norte, el porcentaje de personas que leen libros en papel es del 64%, Latinoamérica es 63%, mientras que en Asia es del 52%.
En la actualidad, existen tres formatos principales para leer: los libros físicos, los libros digitales y los audiolibros. Cada uno de estos formatos tiene sus propias ventajas y desventajas.
Libros físicos
Los libros físicos son los formatos de lectura tradicionales. Tienen la ventaja de que son tangibles y permiten una experiencia de lectura más sensorial. Al tocar el papel, sentir el olor de la tinta y ver las ilustraciones, el cerebro puede procesar la información de una manera más completa.
Los libros físicos también son cómodos para leer en cualquier lugar. No necesitan conexión a internet ni dispositivos electrónicos, por lo que se pueden llevar en el bolso o la mochila y leer en el transporte público, en el parque o en cualquier otro lugar.
Sin embargo, los libros físicos también tienen algunas desventajas. Pueden ser voluminosos y pesados, lo que dificulta su transporte. Además, pueden dañarse con el tiempo, por lo que es importante cuidarlos adecuadamente.
Libros digitales
Los libros digitales son una forma de lectura más reciente. Se pueden leer en dispositivos electrónicos, como ordenadores, tabletas o teléfonos móviles.
Los libros digitales tienen la ventaja de que son ligeros y compactos que los libros físicos. Además, se pueden almacenar en una gran cantidad de dispositivos, por lo que son más fáciles de compartir.
Los libros digitales también son más accesibles. Se pueden comprar o descargar fácilmente en línea, y no es necesario desplazarse a una librería.
Sin embargo, los libros digitales también tienen algunas desventajas. Pueden ser más caros que los libros físicos, y pueden ser más difíciles de leer en lugares con poca luz. Además, los dispositivos electrónicos pueden distrair a los lectores, por lo que es importante encontrar un lugar tranquilo para leer.
Audiolibros
Los audiolibros son una forma de lectura que combina la lectura y la audición. Se pueden escuchar en dispositivos electrónicos, como reproductores de MP3, teléfonos móviles o tabletas.
Los audiolibros tienen la ventaja de que son más accesibles para las personas con discapacidad visual o con dificultades para leer. Además, son una buena opción para las personas que no tienen mucho tiempo para leer, ya que se pueden escuchar mientras se realizan otras actividades, como conducir, hacer ejercicio o realizar tareas domésticas.
Sin embargo, los audiolibros también tienen algunas desventajas. Pueden ser más caros que los libros físicos o digitales, y pueden ser más difíciles de seguir si el narrador habla demasiado rápido o con un acento que no se entiende.
Conclusión
El mejor formato de lectura para ti depende de tus preferencias y necesidades. Si te gusta la experiencia sensorial de la lectura, los libros físicos son una buena opción. Si buscas un formato más ligero y compacto, los libros digitales son una buena opción. Y si tienes dificultades para leer o no tienes mucho tiempo, los audiolibros son una buena opción.
En fin, lo mejor es aprovechar cada ocasión para leer. Yo, por ejemplo, escucho audiolibros en el carro y en el gym, leo en digital en las mañanas al levantarme y leo libros físicos en la playa y en los paseos. Así, siempre tengo algo que leer, sin importar dónde esté o qué esté haciendo.
¿Y tú, qué formato de lectura prefieres?